Palazzo del Quirinale 15/10/2007

BRINDIS DEL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA GIORGIO NAPOLITANO EN EL BANQUETE DE ESTADO EN HONOR DE LAPRESIDENTA DE LA REPÚBLICA DE CHILE

BRINDIS DEL SEÑOR PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA EN EL BANQUETE DE ESTADO EN HONOR DE LA PRESIDENTA DE LA REPÚBLICA DE CHILE


BRINDIS
DEL SEÑOR PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA
EN EL BANQUETE DE ESTADO EN HONOR DE LA
PRESIDENTA DE LA REPÚBLICA DE CHILE
(Roma, 15 de octubre de 2007)


Señora Presidenta:

acogerla hoy, en este sitio tan altamente representativo del talento creativo y de los acontecimientos históricos de la nación italiana, me es profundamente grato, y por dos motivos. A nivel institucional, por la confirmación, con su visita, de la relación de gran amistad y cooperación que vincula a nuestros dos países. A nivel personal, por la oportunidad que me ha brindado usted, aceptando mi invitación, de encontrarnos por primera vez, de conocerla personalmente y rendir homenaje a lo que su figura representa como protagonista de la atormentada experiencia de Chile a partir de los años 70 del siglo pasado.
Un homenaje al sufrimiento humano que usted padeció en los tiempos de la opresión y el dolor de su pueblo; al valor con que afrontó, como tantos demócratas chilenos, las vicisitudes de la persecución y el exilio, y contribuyó en la lucha por la reconquista de la libertad; finalmente, un homenaje al aporte que usted supo dar, también desde posiciones de gobierno, al renacimiento civil, moral y material de su país.


Italia, sus gobiernos, sus fuerzas políticas, culturales y sociales, sus ciudadanos, han sabido expresar y afirmar su solidaridad con el pueblo chileno durante los años de la dictadura. Nosotros - muchos de nosotros, señora Presidenta - sentimos entonces como nuestros sus sufrimientos, y comprendimos que la tragedia de Chile no les afectaba sólo a ustedes: comprendimos profundamente el valor de su resistencia.
Señoras y señores:
esa página triste y heroica ya se ha concluido desde hace tiempo. Se abrió felizmente y se ha recorrido el camino de la transición hacia un nuevo Chile, libre y moderno. La manera como se realizó la transición, el renovado espíritu de cohesión nacional, los resultados ya logrados, todo ello constituyó un ejemplo, en América latina y en el contexto internacional.
Hoy, el desarrollo chileno es parte integrante del nuevo dinamismo que caracteriza a América latina. En este área, el crecimiento económico se enfrenta por doquiera con la persistencia de desigualdades sociales: un problema complejo y delicado que es difícil equilibrar, y que inevitablemente produce tensiones y dificultades en la acción de gobierno. Sigue siendo fundamental, sin embargo, la perspectiva de la integración regional, que Chile compartió al asociarse al acuerdo del Mercosur.
La Unión europea debería sentirse - más de lo que se siente hoy - como un punto de referencia, precisamente por el modelo brindado con el proceso de integración que Europa emprendió hace más de cincuenta años, y debería advertir plenamente la responsabilidad tanto de llevar adelante ese proceso como de sostener concretamente el recorrido análogo emprendido por América latina.


Italia está vinculada con los países del área latinoamericana por profundas afinidades de lengua y cultura, por una ya larga historia de relaciones amistosas en todos los campos, así como por un formidable factor humano: y me refiero al ingente flujo migratorio desde Italia a América del sur, que se transformaría en arraigo y presencia laboriosa de importantes comunidades italianas que participaron, con fatiga y ahínco, en la construcción y desarrollo de esas sociedades. Para Chile, otro aporte específico al fortalecimiento de nuestras relaciones, también en términos de proximidad humana, lo dio la hospitalidad brindada décadas atrás por nuestro país a los exiliados chilenos, así como el apoyo que dimos al movimiento contra la dictadura en Chile.
Señoras y señores:
la Visita de Estado de la Presidenta Señora Bachelet será también una oportunidad para verificar la afinidad sustancial de las posiciones de nuestros dos países en cuanto a las principales cuestiones de la agenda internacional y para definir nuevas alianzas, abrir nuevas perspectivas de colaboración entre Italia y Chile en campo económico y empresarial, científico y tecnológico, en el campo del espectáculo y de las artes.
Señora Presidenta:
la raíz de nuestra amistad es un genuino sentimiento de mutua simpatía, que también se ha reflejado en el diálogo entre nuestras literaturas: lo demostraron, hace dos años, las celebraciones en Italia del centenario de su poeta, que dedicó inolvidables versos de amor a Italia, a los italianos, a la isla que lo acogió en su exilio y que él vio, al llegar, surgir como "torre calcárea" y resplandecer como "catedral marina".

Con este espíritu, señora Presidenta, he acogido su amable invitación para efectuar una Visita de Estado a Chile el próximo año, y deseo brindar ahora al bienestar suyo y de su familia, a la prosperidad de Chile y a la amistad entre nuestros dos pueblos.